octubre 31, 2006

Leyendo a Teiller

Lee a Teiller
fugaz conexión de letras
traslación
asociación de memorias

Una imagen atascada en su guarida reclama poesía
no puede escribirla
es cierto
nunca pudo decir todo
apenas una descarga arrastrando hojas muertas
regresándola al camino absurdo
de intentos abollados
de versos inconclusos

Es cierto
se lo han dicho
las palabras no son nada
apenas procuran débiles bocetos
proyecciones y fracasos
apenas despabilan la nostalgia
el reclamo de un milagro que no ha sido
que jamás ha de ser

concretar llamaradas del otoño
en este cautiverio
y desamparo

octubre 09, 2006

La palabra significa, Rilke


Lo malo es que la palabra significa
Rilke
dice la condenada
como si hablara con su vecina

La palabra significa
uno no puede usarla así como si nada
hay que sostener un continente
una certeza
una fundición de mente y alma
hay que subirse al embrollo con el ojo abismal
exhaustivo
minucioso y desde ese lugar lanzar el grito

Lo malo es que la palabra significa
Rilke
y uno a veces
desde adentro de las rejas invasoras
aturde a la poesía con miserias cotidianas
pretendiendo torpemente
enlazar lo inalcanzable

octubre 06, 2006

La tarde de muy tarde



Es tarde
no ha limpiado las migas del almuerzo
ni errores cometidos
ni desperdicios varios

La tarde es una vieja sorda
marcha en silla de ruedas abolladas
es la tarde de muy tarde

¿Y cuánto rodarán todavía las horas sobre su nombre extraño?
Ana la condenada
estructura rebelde
Ana alas de mosca con capricho de cielo
Ana de madera en cruz
de limonero estéril
Huella de pez sediento
Rastro de gorrión descalzo

Ana de la escritura frágil
de la condena fuerte

octubre 03, 2006

Es una poesía gris


Temblor de algodón debajo del acero
ella
Ana
pelo con pájaros
Ana
la condenada
se hace y deshace en el poema
se escurre en zona consumida
desbastada
se envuelve en papel de sangre seca
reciclada con sollozosos o retazos de abstinencia
se adorna con moños
con nudos hechos de vena del propio corazón

La condenada es una poesía gris
una eterna tarde
en su sentencia de tapiales